El cerro donde ahora se levanta el castillo fue, tiempo atrás, un castro arévaco, aprovechado después por romanos y árabes y fortificado posteriormente por Fernán González tras su reconquista a finales del s.XI. En 1123 la reina Doña Urraca entregó Turégano y su comarca al obispado de Segovia. Importante encrucijada de caminos en otras épocas, fue famosa durante siglos la feria de ganados que se celebraba desde el treinta de noviembre, San Andrés,acaso la mejor de Castilla en palabras de Madoz. Aunque superaba los dos mil habitantes a principios del s.XX, situación que se mantiene hasta la década de lso 50, actualmente ronda los mil cien.
Cuenta Turégano con una hermosa Plaza Mayor, rodeada de soportales,donde destacan algunas casas hidalgas y donde se celebran las novilladas en septiembre, conciertos de música clásica a finales de julio, la feria de finales de noviembre, certámenes de pintura y un largo etcétera. La Iglesia de Santiago donde destacan los relieves del altar mayor del ábside en piedra policromada de principios del s.XIII. Pero sin duda el edificio mas representativo de la villa es el castillo medieval que se eleva sobre un promontorio, como telón de fondo de todo el núcleo. Como la historia de esta fortaleza es muy extensa e intensa solamente diremos que se empezó a mediados del s.XII con la construcción de la Iglesia de San Miguel entre finales del s.XII y principios dels.XIII en estilo románico transición al gótico, se fortaleció después y ya en el s.XV se realizaron importantes obras que le dieron el aspecto general que podemos contemplar ahora, salvo la espadaña que se hizo en 1703.
|